Los problemas humanos no pueden ser tratados adecuadamente manejando con simples abstracciones, palabras y conceptos, como suelen hacer los intelectuales con mucha frecuencia. Es necesario llegar a la experiencia real originaria, que es el proceso humano básico del cual depende toda operación de la ciencia.
El ser humano es una unidad irreductible; cada una de sus partes están relacionadas con todas las demás. La coordinación e interacción mutua de los procesos no permite aislarlo sin que pierda su naturaleza, su relevancia y su significado.